El ácido hialurónico es un componente de nuestra piel, articulaciones, huesos y consiste en un gel transparente capaz de hidratar y dotar de elasticidad al cuerpo.
Nuestro cuerpo tiene muy poco hialurónico, tan solo 1,5 g, pero se puede fabricar e inyectar en la piel para recuperar el VOLUMEN y la ELASTICIDAD que la piel envejecida pierde. Como no es una proteína sino un azúcar complejo, no puede inducir reacciones alérgicas.
Tiene dos enormes ventajas como material de relleno:
1) Se puede eliminar en cualquier momento con una simple inyección de su antídoto: la hialuronidasa, que en pocas horas lo deshace.
2) Con el tiempo se va convirtiendo en colágeno que el propio cuerpo genera, con lo que se convierte en uno de los materiales perfectos para rejuvenecer.
Las inyecciones de mesoterapia tienen como objetivo destruir las células de grasa adiposas, mediante la inducción de la lipólisis (la rotura y la muerte celular entre los adipocitos).